Sé de ti aunque en soledad tus días siembres
te conozco como a mi misma
aunque no respondas
aunque mis días de sombras exploten;
porque somos espejo y reflejo
alma y sentir perenne.
Te sé y te siento a pesar de esa coraza
que es la corteza que a tu corazón envuelve
con la que intentas sobrevivir
y que de vez en cuando te permites abrir
para que mi aliento te roce;
tal aprendices de explorados destinos
somos designios que navegan inciertos.
Te leo y descifro dentro de tu código
como a un manojo de pistas derramadas
sobre las sábanas en tus noches húmedas,
me impregno de tu melodía
cada noche de febril insomnio;
somos un trasfondo ensayando poemas.
Te huelo por el aire que se cuela
cuando la luna llena me trae tu estepario canto;
somos recuerdo y anhelo de labios
un solo cielo pero en cuerpos separados.
Lichazul © Elisa